GASTE SU VIDA EN CRISTO PARA VENCER AL MALIGNO

“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno." 1 Juan 2:12-14

En el colegio nos enseñan que todo ser vivo tiene un ciclo de vida.

Estudiamos al hombre como un ser que nace, crece, se reproduce y muere.

Así mismo, cuando somos niños somos alimentados con leche materna, al crecer vamos comiendo sopitas, y ya en una etapa mas grande, el cuerpo puede comer de toda clase de alimentos para fortalecerse y tomar una fuerte contextura.

De esta misma forma, las personas cuando nacen en el cristianismo, operan dentro de un ciclo espiritual vital que le permite no solo ir creciendo, sino, irse alimentando de la manera correcta y apropiada para ser sanos y fuertes; y de esta manera, estar preparados para vencer al maligno.

Este sermón nos presenta tres niveles a alcanzar, por medio de los cuales el cristiano puede vencer al maligno.

I. EL NIVEL DE LA GRACIA. 1 Juan 2:12, 13b

Hijos: Del griego “Teknion”. Se utiliza para hablar de hijos en sentido figurado y se encuentra siempre en plural. Es un término afectuoso con el cual se dirige un maestro a sus discípulos.

Todas las personas que llegamos al cristianismo, lo hacemos en condición de hijos, que como un recién nacido, necesitamos ser alimentados con leche materna. (1 Corintios 3:2) Por lo general, iniciamos a prepararnos en un discipulado.

En esa condición de discípulos, se nos presenta a Jesucristo quien ha hecho su obra redentora para el perdón de nuestros pecados, a través de su gracia, por el hecho de haber creído y disponer nuestro corazón para conocerle (Juan 1:17) En el segundo enunciado, (v.13b) nos afirma, que a través del conocimiento del Hijo, llegamos por su gracia al Padre. (Juan 14:6)

(Hechos 6:8) Gracia: Favor inmerecido; es la recepción o la bienvenida que recibimos cuando llegamos a los pies de Cristo y es el primer nivel en el que nos fortalecemos para iniciar nuestro camino para vencer al maligno.

Diga con migo: Cuando alcanzo el nivel de la gracia, tomo ventaja sobre maligno.

II. EL NIVEL DE LA FE. 1 Juan 2:13 a, 14 a.

Padres: Del griego “pater”. Significa nutridor, protector, sustentador. En el contexto de este pasaje, “Uno que esta adelantado en el conocimiento de Cristo”. Por tanto, tiene conocimiento para enseñar.
La palabra conocer viene del griego “ginosko” y significa o expresa una relación entre una persona y el objeto conocido, donde lo que es conocido, es de muy alto valor para el que lo conoce. (1 Corintios 8:3). Esta relación de conocimiento que no es intelectual, se obtiene por la operación del Espíritu Santo en nuestra vida luego de recibir a Cristo.

“Al que es desde el principio”: Hace referencia al que ya existía. Esto me presenta un acto de FE, con una convicción plena recibida a través de la palabra. (Hebreos 11:3), la cual el Apóstol al igual que nosotros, aceptamos por fe, a través del conocimiento de la palabra. (La fe viene por el oír de la palabra)

Al afirmar de nuevo en el v14 exactamente la misma frase, me habla de la importancia de alcanzar este nivel y afirmarse en la fe para poder seguir creciendo.

Me causa curiosidad como el capítulo 11 de Hebreos referencia todo lo que alcanzaron los patriarcas por medio de la Fe, mientras caminaban por la misma fe, en busca de la patria celestial: Buen testimonio, justicia, agradar a Dios, obediencia. Por la fe alcanzaron heredad, por la fe, dieron a luz, se hicieron milagros, rompieron esquemas de pobreza… pero en los versos 13 y 40, dice que a pesar de su fe, “no recibieron lo prometido”. Si bien, la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, que mejor ejemplo de enseñarnos a vivir por fe, como nos lo presenta este pasaje.

El único motor que movió a todos los personajes de la Biblia a actuar con fe, era la promesa de llegara su patria celestial, a la cual nunca llegaron a verla en vida, sino después de la muerte. Pero el versículo 40 dice que estaba reservada para nosotros, para estos tiempos. No por que ellos no lo merecieran, porque quizás han manifestado mayor fe que la nuestra; sino por que desde ese tiempo, Dios estaba pensando en nosotros. “proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”

Dios Padre tomó a su hijo y lo puso en la tierra, dándolo en sacrificio por nuestros pecados, abriendo con este acto de amor, las puertas del reino y trayéndolo a nosotros para que entrásemos en esa patria celestial y afirmásemos así aún mas nuestra fe. (Marcos 12:34)

La fe no es simplemente un peldaño, es una catapulta que nos lanza con un gran poder, y fuerza, a lugares inimaginables donde se encuentra la victoria, por que ya no estamos solos, vamos de la mano con Cristo.
Querida Iglesia, desde el año 33 d.C el Diablo fue atrapado, metido entre un frasco(de esos de compotas, empacado al vacío, y con una marca que dice: VENCIDO.

Diga con migo: Cuando alcanzo el nivel de la fe, soy lanzado para caminar de la mano con Cristo y nada me puede hacer daño.

III. EL NIVEL DEL SERVICIO. 1 Juan 2:13b, 14 b.

Jóvenes: Del griego “neaniskos”. Se utiliza para denominar a los Servidores.

“ …jóvenes, porque habéis vencido al maligno”. Para vencer es necesario cumplir con una serie de características especiales, tener un enemigo, una vestidura especial (armadura), un instrumento para defenderse y un instrumento para atacar. Pero ninguna cosa de estas, por mas juntas y grandes que sean, pueden vencer el enemigo si el portador no es un hombre fuerte. (Ej: David con el traje de Saúl). Entonces, para poder haber vencido al maligno (tiempo pasado), se requirió de un militante fuerte.

La palabra “Habeís” viene del verbo haber y se traduce en el griego “ eparkeo” que significa: “Ser lo suficientemente fuerte para”.

Según esto tendríamos que interpretar el versículo de la siguiente manera: “Os escribo a Ud. servidores, por que han sido lo suficientemente fuertes y han vencido al maligno”.

Y aquí me surgen dos interrogantes:

¿Cómo llegaron a ser lo suficientemente fuertes para vencer?

La respuesta es: Sirviendo. Hebreos 11:34 “apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

Por que se hicieron fuertes sirviendo?

Deuteronomio 11:8 - Tito 1:9. Es una condición de todo aquel que sirve en la obra, alimentarse de la palabra de Dios, y todo aquel que se alimenta de la palabra de Dios y la cumple, se hace fuerte.

Hebreos 5:14.

Como conocedores de la palabra estamos destinados a servir en la obra, ya que es la única forma de fortalecernos y derrotar al maligno.

Diga con migo: Cuando alcanzo el nivel del servicio, ¡he vencido al maligno.!

CONCLUSIÓN

Tres niveles, quizás comunes, pero que muchas veces no le damos la importancia que se merece. Alcanzando estos tres niveles, Ud. podrá vencer al maligno. Ud. hoy hace un compromiso con Dios, ya tiene la gracia, ahora, desarrolle su fe y comience a servir.

El apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 12:15 “Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos”

No importa cuanto tenga que invertir, cuanto tenga que luchar; atrévase a servir, por que en el nivel del servicio, Ud. será recompensado con recompensa celestial.

Dios nos hace lo suficientemente fuertes cuando servimos en la obra sin intereses de por medio.

¡GASTE SU VIDA EN CRISTO!

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