DEFINE TU EL PROPÓSITO

 Hechos 26:16-18 «Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Introducción

Hemos comenzado a  ser parte, quizás, de una de las decisiones más difíciles que hemos tenido que tomar y vivir como  país y en el mundo entero e incluso de todas las generaciones que tenemos vida en la actualidad siendo participes de una pandemia. Países como Israel, Perú,  Argentina, Chile, Italia, China, España, Brasil, Estados Unidos, California y otros mas,  entraron en cuarentena.   Y ¿qué es cuarentena?  «Un aislamiento preventivo  por un periodo de tiempo”.

La humanidad ha vivido esta experiencia anteriormente en los siglos XIII y XIV, en  el año 1918 también la famosa gripa española, terminó con la vida de 41 millones de personas. La Biblia registra hechos como estos;  Una persona que adquiría lepra, debía ser aislada. Levítico 13:4 ”Pero si la mancha lustrosa es blanca en la piel de su cuerpo, y no parece ser más profunda que la piel, y el pelo en ella no se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote aislará por siete días al que tiene la infección.»   

Fue un asombro para nuestro país, ver en las noticias, cómo en la capital; anunciaron un toque de queda pedagógico de solo tres días y  la gente  salió en carrera para las afueras de la ciudad y otros municipios en cantidades y me pregunté ¿Por qué? 

Quizás  quienes salieron piensan que es una oportunidad para no quedar cobijado por la medida o, que en los lugres apartados y rurales habrá menos control. También,  el deseo de estar cerca de otros familiares  a quienes en meses no les hubiese llegado el virus. No lo sé,  pero lo que  es evidente, es que la mayoría de los seres humanos tenemos problemas con el estar en quietud, con el estar a solas y muchos, con los límites. 

El pueblo de Israel duro 40 años  en un “aislamiento preventivo” en medio del desierto.  Lo que pudo haber tardado 3 meses. 

Noé Duró 40 días y 40 noches, encerrado en el arca, antes de que pudiese abrir las compuertas del arca para ver el sol.

Moisés también paso 40 días en el monte Sinaí,  apartado para un propósito.

El profeta Elías también paso 40 días en el desierto en ayuno, para encontrarse con Dios.

Y no hablemos de 40, hablemos de 1 día,  o de medio día,  una noche fue lo que duro el pueblo de  Israel aislado en casa, esperando que pasase el ángel enviado para el juicio  recogiendo los primogénitos de Egipto.

Y si bien no son 40 días ni 40 años  el tiempo que nos tenemos que quedar en aislamiento preventivo,   lo que quiero compartirles en este mensaje,  es que Tu eres quien le va a dar el propósito a este tiempo.   

Todos estos eventos y muchos más que están registrados en la biblia,  tienen un factor común,  o un común denominador,   “EL PROPÓSITO”.  

El propósito

El propósito para el pueblo de Israel: Conocer a Dios, al Dios que no recordaban por más de 400 años.  ¿El propósito de Noé?  Salvar sus  vidas y las de toda la humanidad.  El de Moisés,  tuvo una de las mayores experiencias sobre naturales con Dios,  Él mismo le hablo y escribió las tablas que le fueron entregadas.

¿El de  Elías?  Que Dios le hablara.  ¿Y qué decir del pueblo de Israel?   Vida,  Salvación de la muerte, pero lo más importante, La revelación de Cristo,  de lo que haría por cada uno de ellos, a través de la sangre del cordero inmolado tipificada en esa noche cuando todos sus primogénitos fueron protegidos de la muerte a causa de la sangre del cordero.

Esta mañana le pregunte a Dios,   ¿Qué propósito le voy a dar a este aislamiento  preventivo?.

Quiero invitarle a que Ud y yo seamos quienes le  demos  el propósito a este tiempo de Cuarentena,  sean estos tres días o sean otros más que hayan por venir, 15 o 30.

Yo determino: No es el corona virus,  quien nos va a encerrar,  yo soy quien le doy el propósito a este tiempo de aislamiento preventivo, y es por esto que en este mensaje, quiero compartirte mis propósitos y animarle a que le coloque  un propósito a este tiempo.

Encontrarme con Dios. Éxodo 25:22

“Allí me encontraré contigo, y de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, te hablaré acerca de todo lo que he de darte por mandamiento para los hijos de Israel.”

Escuchar su voz. Jeremías 29:12

Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré.”

Compartir con mi familia. Hechos 16:31

Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito”

¿Cuando fue la última vez que le diste un abrazo intencional a un hijo,  aun hermano,  a tus padres,  a ese abuelo o abuela que vive en casa, que lava tu ropa, prepara tu comida y arregla la cocina? 

Comparte con ellos, escúchales, diles que los amas.  Muchos no pueden decirle “adiós” a sus familiares ni siquiera podrán enterrar sus cuerpos. Tu que puedes, hazlo disfruta de ellos. Nos volvemos rutinarios y pasamos por alto que estamos hechos de emociones que los seres humanos necesitamos contacto físico.

Un ayuno. Jonás 3:7

E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;”

Porque no?  El ayuno tiene un propósito poderoso  el profeta Jonás  luego de  la quietud y pasividad espiritual, de pecado y de idolatría de todo el pueblo, convocó a todos al ayuno,   incluyo hombres,  mujeres, niños, hasta  a los animales.  El ayuno es un arma tan poderosa que provoca la misericordia de Dios  hacia los hombres.

Restaurar la comunicación con la familia.

Y es esta área quiero darte algunas píldoras para no aburrirnos o desesperarnos en medio del encierro.  Les decía al comienzo que la humanidad tenemos problema con el estar quietos, encerrados y con límites.. 

– Aproveche para dormir y descansar,  hace cuanto que no lo hace.  Pero  no duerma todo el día, no pierda los buenos hábitos.  De lo contrario, comenzaran los dolores de espalda, cuello y huesos. 

– Agende el uso  los medios electrónicos y de comunicación. Televisión,  computador, celular, video juegos.   Coloque unos horarios específicos.  Hágalo por espacios de 1 o 2 horas máximo,  de no ser así, comenzará a tener dolor de cabeza, de ojos y hasta mareos.

-No permita que sus hijos  duren todo el día pegados a estos aparatos, agéndelos.   Y tranquilo, Netflix no se va a acabar, bueno a menos que no haya pagado su factura.  

– Utilice los medios para investigar un tema específico y como medio de enseñanza de la palabra para los niños.

-Descargue una película cristiana que le edifique, no busque ver películas que trastornen los pensamientos de paz y de justicia que Dios tiene para nosotros.

-No desperdicie su tiempo en cosas que no edifican.

– Escudriñe la palabra.  Haga un estudio bíblico, hay muchas páginas que le pueden ayudar.  Enseñe  la palabra a sus hijos. 

– Quienes tienen niños, hay que hacerse como niños,  coloque al nivel de ellos,  compréndalos,  juegue con ellos, hay muchas opciones, recuerde cuando niño, las veces que jugó a las escondidas y su papa lo encontraba debajo de la cama,  en los armarios, en la canasta de la ropa.  Juegue, stop, triqui, pico de botella,  el rey ordena,  juegos de mesa, haga en la sala de su casa una juego de golosa con los que nos niños saltan de cuadro en cuadro.

– Haga una rutina de ejercicio diaria, la quietud podrá generar dolores de rodillas, espalda, huesos y problemas de circulación.  Hay muchos vídeos en la red.

– Y por último,  dimensiones que quizás para muchos en especial los padres, es el tiempo más largo de su vida que ha tenido que estar junto a los suyos, porque siempre están trabajando, y la realidad es que muchos no están acostumbrados a vivir con sus hijos.  Ellos, lloran, pelean, gritan, y en este tiempo hasta se deprimen.

Entre esposos, ámensen, repártanse los roles, pongan bonita la casa, varones, hagan curso experimental de plomería, carpintería, ornamentación y amen a sus amadas esposas… y las princesas de casa,  arreglen los closet hagan limpieza de todas aquellas cosas que no se usan y atienda a sus esposos como príncipes.   Lo olvidaba,  por favor no dejen solos  a los abuelos,  ellos dieron la vida por Ud,  De la vida por ellos.   El  mejor consejo:  No se desespere, llénese de amor y de paciencia para que el fruto del Espíritu Santo crezca en Ud.

A Ud y a mí,  no nos encierra el corona virus, nos une Cristo  en un propósito. Haga de este tiempo uno de los  propósito más grandes de la historia.   Y  cuando hayamos salido de esta, Ud dará gracias a Dios, no solo porque con esta media le restamos ventaja a este virus,  sino porque Ud  habrá vivido y experimentado los mejores días de su vida.

© Alejandra Maria Borda Leon. Todos los derechos reservados.

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